El director Lars Von Trier siempre nos sorprende en sus producciones con un elemento determinado: a veces con el elenco, con las propias historias o con su soundtrack principal. En esta oportunidad hablaremos de su nuevo Film “Nymphomaniac: Vol 1” donde la banda alemana Rammstein es la encargada de envolvernos en una historia muy particular.

 

 

Fue una sorpresa saber que Rammstein estaría presente a el film, pues en sus películas anteriores Lars suele elegir temas clásicos, pero siempre coherentes; aun así la canción “Führe mich” es bastante apropiada en la introducción, dejando fluir ese ambiente frio, trágico y de melancolía que se mantiene hasta cuando vuelve a sonar en el cierre, aunque el director danés no deja de utilizar música clásica, en otras escenas del Vol. 1 incluye a Bach siendo él un método de inspiración para una escena bastante tórrida de la película .

 

Podemos decir así, que esta fue una gran sorpresa y excepción por parte del controversial director de películas dramáticas, pues en otras películas como “Melancholía” o “Dancer in the Dark” había trabajado con Björk o Richard Wagner, artistas totalmente diferentes a los que incluyó en Nymphomaniac.

 

 

La película está basada en Joe, una ninfómana que cuenta sus experiencias referentes a la ninfomanía a lo largo de su vida, y si teniendo en cuenta la lírica de la canción de Rammstein, encaja perfectamente con este gran personaje. Cabe resaltar que la actriz que interpreta a Joe es Charlotte Gainsbourg, quien ha venido siendo una musa para Lars pues está presente en varias de sus películas como en “Antichrist” o “Melancholia”.

 

 

 

Charlotte es reconocida además de su actuación por ser una cantante excepcional, que para la película hizo un cover de la canción “Hey Joe” de Jimi Hendrix.Sabemos que esta película no es para todo el mundo, pues como en otras de Lars está presente la depresión y realismo que muchas personas no son capaces de soportar, pero para los que sí gustan de ellas, se darán cuenta de cómo el estilo de este gran director se vuelve cada vez más profundo y exquisito.